jueves, 18 de febrero de 2010

Distinta forma de amar.

Me sorprendió cuando me dijo: "te conozco de piano, no sé si te acordás, yo iba con la hermana." En un terrible esfuerzo por hacer memoria, recordé que por aquel entonces, yo tenía diez años, y era el primero que iba a piano. El debía de tener mas o menos 8. "Ah, si!, dije, me acuerdo de la monja... pero no de vos... lo siento"
El se quedó a vivir en la casa de estudiantes, al igual que yo, y fue conquistando mi corazón de a poco, sin creerlo. Todavía enamorada de mi médico... esa pasión febril y novelesca que le atribuí a nuestra corta y pobre historia, la cual creí insuperable, aparece él, el angel de la guarda, para tomar un lugar en el corazón.
Su porte, su seguridad al hablar, su mirada penetrante de ojos negros casi salvajes, el cabello medio despeinado por el viento, y su caballerosidad, me hicieron de momento observarlo, quererlo, extrañarlo, desearlo.
Tiene nombre de angel, tiene voz pausada, como un sacerdote leyendo el evangelio, tiene una sonrisa cautivadora, que me obliga a responderle igual cuando me mira.
No es amor apasionado, no es lástima lo que me conmueve de él. Mi cariño va seguido de una terrible admiración, que veo al conocerlo... su infancia sacrificada, su adolescencia curiosa en ese convento pupilo... su familia lejana y distante pero aún así quieriéndolo en la voluntad, su indecisión al elegir el Seminario o la Universidad, y su carrera elegida, que lo llevó hasta mí, pero sólo como eso, un santo admirado, un hombre trabajador y sacrificado... la palabra justa para el es HOMBRE.
Y es el hombre que está enamorado de otra mujer, sabiendo yo de esto, no me permití desampararlo, ni tratar de conquistarlo, aun el sabiendo mis sentimientos, y esta nueva forma de amar, que me sorprende, deja de lado el egoísmo de quererlo solo para mí, le deseo a él toda la felicidad, si bien volviendo con su ex pareja, si bien conociendo a otra mujer que le haga latir el corazón.
Ansío su bienestar, por sobre todo, le ayudo a superar su tristeza alentándolo con consejos, que tal vez estén lejos de que los siga. El sabe lo que lo quiero, admiro y respeto.
Le dejo este homenaje en mi blog, le dejo esta pequeña carta escrita, le dejo mi ilusión, para que la guarde cuando la necesite, mis consejos y mis horas perdidas, hablando de su vida, discutiendo nuestros temas en común, peleando de mentira...
Es mi nueva forma de amar, mas humana, creo, más realista.

1 comentario:

wiLLiam dijo...

esa es una forma de amar que aprendi no hace mucho, tiens muy lindos sentimientos.

Miles de abrasos MINA