viernes, 28 de enero de 2011

Finde con amigos.





¿Cómo están bloggeros que siguen estos escritos pobres de una estudiante media, de vacaciones y sin trabajo de verano? PATÉTICO. Igual yo estoy muy bien... no se preocupen, pude hacer lo que más me gusta, todo el año soñando volver al pueblo, luego de un intenso año académico en La Plata, la ciudad de las diagonales, para tener tiempo para leer, y para escribir, que es lo mejor del mundo, sumirme en mi rutina literaria, viajar buscando clásicos infantiles (es mi colección =) , despertarme taaaaarde en la mañana, ver salir el sol desde mi ventanita del cuarto, abrirle la puerta a mi gato para que duerma a los pies de la cama... ¡qué vida! soy feliz, feliz feliz cuando puedo hacer eso a mi antojo. Y soñar. Aunque nadie lo crea, soñar es lo que me da fuerzas para arremeter con otro año nuevo, porque ir a La Plata, es enfrentarse con la realidad, de que la vida no son puros sueños. Hasta se me acaba la inspiración para escribir. Chic@s, es HORRIBLE, que eso pase.
Y bien, la realidad es que soy bastante solitaria, y ermitaña, cua
ndo vuelvo a mi casa, necesito desesperadamente estar en contacto con mis cosas, y con mis paginas, mis historias, mis recuerdos de la infancia, los caminos del pueblo y la arboleda, la plaza, el parque, la iglesia, la municipalidad, las vías del tren, la ruta, el campo, la escuela a la que fui!!, y quiero alejarme por esos dos meses de verano de todo contacto con lo que me recuerde "mi otra ciudad", la ciudad en la que soy una adulta, y tengo responsabilidades. Despues de todo, son mis vacac
iones. Aunque cronologicamente, y literalmente, soy una tremenda adulta que esta casi llegando a los 30. (puajjjj =P ) .
En fin, una mañana me levanté, prendí mi notebook con un té humeante... y unas tostadas riquísimas, me dispuse a escribir un nuevo capi para is historias cuando de repente... el msn se me abre solo, (oh Diossss, enganché wifi en mi pueblo gratis!! ¬¬... ) y un mensaje de mi amiga Yeye me devuelve a la realidad.
En dos días pasarían mis amigos de La Plata, a buscarme por mi pueblo para pasar un fin de semana en Mar del Plata, "la feliz", como la llaman, y tomar sol, caminar por la playa, recorrer las calles y hacer turismo barato, ya que el presupuesto no da para mas.
Me iban a sacar de mi rutina.
Ya no iba a poder escribir.
Pero.... que buenas vacaciones pasé.
He vuelto de Mar del Plata, con una pierna medio esguinzada, caminamos como jamás lo hubiese hecho en mi mejor estado físico, pero caminé, y cojeo. Bueno, no importa. Nos comimos un embotellamiento de tres horas queriendo salir de allí y llegar a Miramar, una ciudad balnearia que solo queda a quince minutos en auto, cantando canciones de folclore argentino, y tangos, de una vieja radio AM, que sonaba en la camioneta. Nos producimos todos para salir a cenar a un buen restaurant, y no encontramos nada con lugar, por lo que nos conformamos con un sándwich de milanesa
al borde de la Costanera. Y de parte de los chicos, (eramos tres chicos y dos chicas) nos comimos una de esas bromas pesadas que te hacen cuando pasas muchos días juntos y que terminan en pelea, reconciliación, y llanto de que al final nos re queremos, luego de que nos re mandamos a la mierda; sisi, con estas mismas palabras. Con Yeye nos tomamos un licuado a escondidas, y con Yeye y Mauro, nos
perdimos en el Bosque Energético, salimos al mar, y al volver pisamos por cualquier lado buscando una salida al bosque, para mi gran temor, ¿pueden creer que en el medio de la pavada, se nos ocurrio que los cinco éramos el
"team" de Scooby Doo???
Mauro, Fred, el lindo y el jefe de la banda, siempre lo seguimos a él.
Yeye es Dafne, jajaj tal cual, se viste re coqueta, y es la femenina del grupo.
Pablo, es Vilma, anteojitos traga pelo largo, el erudito del grupo.
Mina (yoooooo) Yaggy, por lo CAGONA. Si hay alguien que tenga mas miedo a lo desconocido que yo, levante la mano, me encanta escribir, pero no tolero las situaciones nuevas, aunque luego me llenan de sensaciones que me inspiran, como perderme en el medio de un bosque.
José, el último del quinteto, scooby, no por lo miedoso, sino porque es mi perro faldero. Aunque es el chofer de la camioneta. Y scooby no maneja!!
Debo decir que aunque me sacaron de mi rutina, la pasé muy bien, y nosotros que solamente nos tratabamos por la carrera, aprendimos a conocernos un poco más como personas, descubrimos qué cosas le molestaban a unos y a otros, y aprendimos a ser tolerantes con los defectos de los demás. Algunos aprendieron a cocinar, hay que recalcarlo. Otros descubrimos que hay amor a pesar de las apariencias frias. Aprendimos a ver llorar a un amigo que parece feliz pero está muy mal. La convivencia obra en las personas, para modificarlas y moldearlas, como la plastilina, y para determinar la verdadera importancia de la amistad. Allí, es donde se refuerzan los lazos invisibles que perviven a través del tiempo y de las distancias. Como yo, que no soy platense nata, sino por adopción. Jeje.

Hasta la próxima.

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